A simple vista, Javier tiene el aspecto típico de un hombre sano a sus casi 31 años. Sin embargo, hace poco más de un año fue diagnosticado con cáncer en la vejiga y este es el camino que ha recorrido desde entonces.
¿Cómo era tu vida antes del cáncer?
Siempre me he considerado «un buen cabro»; deportista, sin vicios, responsable. Estaba en un muy buen momento laboral y familiar, me sentía feliz, pero a la vez lleno de exigencias y preocupaciones.
¿En ese momento conocías sobre la dieta alcalina?
No, ni esa ni ningún otro tipo de alimentación a la tradicional. Siempre he sido muy dulcero, a diario solía comprarme un pastel en cualquier lugar que transitara. Como practicaba actividad física con frecuencia, nunca sufrí de sobrepeso, quizá por eso me relajaba y comía una cantidad de azúcar que hoy me parece incomprensible.
Entonces ¿cómo llegas a ser un referente en este tipo de alimentación?
Cuando me diagnosticaron cáncer, llevaba meses con molestias, pero disfrazaba los síntomas consumiendo analgésicos, adquirí ese hábito sin cuestionarlo, como si fuese normal. Finalmente, fui al médico y tras el resultado de un scanner, me comunicaron que tenía un tumor que debían extirpar a la brevedad. Sentí miedo, mucho. Pero afortunadamente la cirugía fue un éxito, tanto así que ni siquiera debí someterme a quimioterapia. Estaba sano y sin reflexionar en profundidad de lo que me había sucedido, continué con mi vida tal como antes, en todos los aspectos. Hasta que en uno de los controles postoperatorios detectaron un nuevo tumor cancerígeno, esta vez en el hígado. El panorama era desalentador, quimioterapia y cirugía eran las palabras que el oncólogo mencionaba una y otra vez, mientras yo sentía que por primera vez no tenía la fuerza para enfrentar este proceso.
Fue ahí cuando decidí, consciente por primera vez de lo que estaba sucediendo, investigar el origen de mi cáncer. En esa búsqueda, llegué a conocer los beneficios de la dieta alcalina y la existencia de la jarra Alkanatur como la única jarra de agua alcalina ionizada con certificaciones europeas.
¿Tuviste apoyo médico al momento de decidir iniciar un tratamiento alternativo, rechazando la quimioterapia?, ¿tu familia no cuestionó esta decisión?
Sinceramente, pese a estar en un centro médico de prestigio, no sentí empatía por parte del oncólogo y creo que la carga emocional de un paciente con cáncer no puede pasarse por alto. Yo sabía que, en tales circunstancias, someterme a otra cirugía y ciclos de quimioterapia no iba a ser beneficioso para mí.
No era un capricho, sino una decisión consciente y asumida bajo mi total convicción, por ello, mi familia me apoyó, pues entendían que de igual forma seguiría un tratamiento, pero uno a mi manera, sin contraindicaciones.
¿En qué consiste este tratamiento? Cuéntanos cómo es un día habitual de Javier Palma.
Hice lo que tenía que hacer, cambiar. De algún modo, reemplacé el scanner médico por uno personal para ver qué daños me estaban provocando mis hábitos actuales, fue así como comencé a alimentarme correctamente para nutrir mi cuerpo, bajé mi estrés para no afectar mi sistema inmune, hice las paces con situaciones pasadas y dejé de preocuparme constantemente por el futuro. Mis días comienzan con agua alcalina que bebo directamente desde la jarra Alkanatur, además, consumo complementos nutricionales Fitline. Eliminé de mi dieta el azúcar procesada, ¡me costó bastante ese cambio!, pero ya lo tengo integrado, soy un convencido de que el cáncer se alimenta en gran porcentaje del azúcar. En cuanto al estrés, si bien, sigo trabajando y me encanta, aprendí a no exigirme más de la cuenta, me doy espacios para descansar que antes no consideraba.
Te ves bien, sano. ¿así te sientes realmente, te has sometido a nuevos exámenes para corroborar en qué estado está el cáncer?
La verdad es que me he sentido espectacular, tengo mucha más energía que antes, recuperé el peso perdido postoperatorio, practico deporte tres veces por semana, en pocas palabras, estoy disfrutando el estar vivo.
Me di un año de prueba; por lo que aún no me hago exámenes, pero independiente del resultado, sea cual sea, estoy feliz por cómo he llevado mi vida este último tiempo, he podido compartir con mi familia sin sentirme enfermo y eso es justamente lo que deseaba.
¿A quién le aconsejas consumir agua alcalina e invertir en una jarra Alkanatur?
Todos debiesen consumir agua alcalina. Yo no compre la jarra sólo para mí, desde el día uno mi pareja e hija consumen agua proveniente de la jarra, es un hábito que nos beneficia a todos.
Sé que muchas personas consideran este tipo de inversiones innecesarias, paradójicamente cuando estamos sanos, gastamos dinero en productos que generalmente no nos favorecen. Para quienes dudan en adquirir una jarra Alkanatur por su precio, los invito a dejar de comprar tres capuccinos al mes y con eso les bastará, les doy mi palabra que valdrá la pena.
Entrevista a: Javier Palma, autor de https://mibatalla.cl/
Periodista: Francesca Chiappa